Una cadena de suministro flexible

Uno de los puntos fuertes de tu almacén de logística y distribución siempre debe ser la cadena de suministro. Si en esta se registra algún fallo causado por una de tantas posibilidades, dicho suministro se verá interrumpido y desencadenará una sucesión de conflictos llegando incluso hasta el consumidor final (sea un cliente unitario o un empresa).

Por lo tanto, es imprescindible atender a los pormenores de la cadena de suministro y dotarla de las necesarias medidas tecnológicas que la optimicen y lleven al siguiente nivel. ¿Qué punto es fundamental en una cadena de suministro? Ante todo, su flexibilidad. Si bien es cierto que una cadena de suministro debe atender a un protocolo de actuación que esté comprobado en cuanto a funcionamiento y efectividad, la flexibilidad es importante y debe estar contemplada sobre todo en determinados momentos críticos.

¿Qué supone la flexibilidad en una cadena de sumisito y cómo implementarla?

Flexibilidad en la cadena de suministro

Independientemente del sector y del área de negocio (retail, alimentación, moda, farmacéutico…) todos los que producen y reparten lo producido necesitan tener una cadena de suministro que funcione como un reloj.

Es una parte fundamental del proceso y de ella, de la cadena de suministro, dependerá que el producto llegue a destino en el momento adecuado – pactado con el consiguiente beneficio para el productor y el cliente.

La cadena de suministro por tanto es una pieza clave siempre en la producción. Una pieza que seguirá en aumento de su importancia sobre todo dados los últimos cambios en el escenario de los hábitos de consumo en los que por causa del coronavirus compramos más online y queremos – demandamos más inmediatez.

Durante estos meses hemos visto como las cadenas de suministros han modificado sus funciones y ritmos de forma casi diaria según las noticias y cambios externos. De ahí la importancia de la flexibilidad y cómo afecta a la implementación de cambios.

Una empresa hoy en día no puede permitirse ofrecer una mala experiencia de usuario que venga de una cadena de suministro donde un punto determinado esté fallando. Igualmente, tampoco es posible atender a los altos – bajos de demanda de las estaciones teniendo que hacer frente a los gastos extras de personal.

Una cadena de suministros debe ser flexible y totalmente adaptable a los momentos y necesidades de la empresa y del mercado.

Hay que prepararla para que escale con facilidad las necesidades y se conseguirá con tecnologías aplicadas a logística tales como rfid o la inteligencia artificial.

Una cadena de suministro flexible va a garantizar que cuando haya incidencias o necesidades extraordinarias, todo funcione correctamente.

Hay que apostar por la escalibilidad y con una correcta y óptima comunicación con todos los participantes e implicados. Saber y conocer el estado de la mercancía y de los transportistas es fundamental para tomar decisiones en tiempo real que pueden evitar males mayores.

Gracias a soluciones de escaneado de tags en punto de origen y con dispositivos móviles con los que dotar al equipo de reparto, se puede conocer la trazabilidad de todo el producto en cualquier instante.

Por lo tanto, aportado al equipo la tecnología adecuada en cada punto se conseguirá la máxima eficiencia, eficacia en el trabajo y por lo tanto, aumentar la productividad reduciendo errores.

Según profesionales que ya trabajan con cadenas de suministro flexible el dato está asegurado y contrastado y es que sin duda, una ventaja competitiva que marca la diferencia.

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