La trazabilidad no es un antojo ni una decisión particular de una empresa determinada. La trazabilidad en el sector alimentación es una obligación regulada por ley y es que todo aquello que esté incluido en dicho sector, debe llevar y poder demostrar en caso de requerimiento, un exhaustivo control del proceso por el que cada artículo ha pasado y su manipulación.
¿Es la trazabilidad un impedimento y un problema o se puede y debe ver como una oportunidad? Consideramos y tenemos comprobado por los proyectos que hemos implementado para numerosos clientes del sector que la trazabilidad bien entendida y sobre todo, ejecutada correctamente representa una gran oportunidad para poner “orden” en las empresas hortofrutícolas por ejemplo y una posibilidad de instaurar protocolos de gestión y control.
¿Qué es la trazabilidad en el sector agroalimentario?
La trazabilidad en el sector alimentario en general está regulada por una normativa europea de obligado cumplimiento. Esta normativa sostiene y detalla que “la trazabilidad es la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción – transformación – distribución, de un alimento, un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos o una sustancia destinada a ser incorporada en alimentos / piensos o probabilidad de serlo”.
Es decir y en formato más accesible y coloquial, la trazabilidad es el sistema que permite saber, en todo momento, por dónde y cómo ha pasado un alimento o sustancia en todo su recorrido desde las primeras fases de producción (quizás el campo por el ejemplo) hasta que llega al consumidor final.
¿Por qué es necesaria la trazabilidad?
La trazabilidad no es que sea un proceso necesario es que es indispensable para garantizar la seguridad alimentaria. Es una obligación de todos los organismos responsables poder conocer en cualquier momento y caso qué ha ocurrido con una sustancia / elemento que la población esté ingiriendo.
En condiciones normales los archivos de trazabilidad no tienen mayor recorrido fuera de la empresa que los produce y gestiona pero, en caso de situaciones comprometidas, pueden ser requeridos y analizados por los organismos responsable de la seguridad alimentaria de la población.
El recorrido de los alimentos: Trazabilidad
Un alimento desde que empieza su proceso de producción (ya sea natural o artificial) deja huella de su recorrido gracias a los procesos de trazabilidad implantados en las empresas.
Fases de trazabilidad alimentaria
La trazabilidad se recoge en tres estados diferentes que ayudan a establecer el momento en el que se encuentra cada alimento y/o sustancia.
- Trazabilidad hacia atrás
Este primer estado se refiere a la procedencia de todos los productos incluyendo así información de tratamiento sobre el producto así como el cuándo y el qué se le ha proferido al mismo.
- Trazabilidad de proceso
Este es el momento en el que los productos pasan por el proceso de separación, mezcla o cualquier tipo de cambio. Es la trazabilidad enfocada a la elaboración partiendo del cómo ha sido, el qué y el cuándo hasta llegar a la identificación final del producto como tal.
- Trazabilidad hacia delante
La última parte del proceso queda recogida en la trazabilidad hacia delante que es la que corresponde al proceso de entrega del producto: qué se entrega, a quién, cuándo y en qué condiciones.
La trazabilidad en tu empresa: ¿Problema u oportunidad?
Muchas empresas cuando tienen en cuenta la obligación de incluir trazabilidad en sus empresas lo consideran un auténtico problema. Primero por el tiempo que creen que les va a “robar” en el proceso productivo y segundo por la inversión de capital que requiere la implantación.
Pero, aseguramos, que nada más lejos de la realidad y son los mismos empresarios y los equipos de trabajo los que corroboran, tras implantar y funcionar con procesos de trazabilidad cómo esta mejora los flujos y los procesos.
Una trazabilidad bien entendida, correctamente desarrollada e ideada sobre todo según las necesidades de la empresa así como personalizada a sus características, ayudará a aumentar la productividad del equipo porque ante todo, pone orden. Un orden imprescindible en empresas que incluyen en su día a día cientos – miles e incluso millones de unidades de sus productos y que de otra forma, sin trazabilidad, sería imposible gestionar de forma correcta y libre de errores.
Desde JSV estamos convencidos que la obligación de incluir trazabilidad en las empresas alimentarias es una ventaja para las mismas y sólo trae beneficios. Así lo hemos comprobado en nuestras implantaciones.